La leyenda cuenta que la Turmalina Rosa nació de un arcoíris que descendió a la tierra para consolar a los corazones rotos.
Cada fragmento que tocaba se transformaba en una gema que irradiaba amor y serenidad.
Se dice que quien la posea atraerá alegría y fortalecerá los lazos del corazón.
Antiguos curanderos la usaban para sanar heridas emocionales y traer paz.
Por eso, la Turmalina Rosa es conocida como la piedra del amor incondicional.