Cuenta la leyenda que la Perla y la Piedra Lunar nacieron del mismo rayo de luna que cayó sobre el océano.
La Perla, formada en las profundidades, simboliza la pureza y los secretos del mar.
La Piedra Lunar, creada en las montañas, refleja la magia y los ciclos de la luna. Juntas, se dice que protegen a los viajeros nocturnos y guían los sueños. Quien las posea, encontrará equilibrio entre emociones y razón, logrando armonía en su vida.